La decisión de incluir este objeto radicó en mostrar algo que no encajara, no porque fuera demasiado moderno, sino por todo lo contrario. De esta forma quisimos mostrar que los objetos también podían ser anacrónicos por ser demasiado anteriores a la fecha, siendo imposible que estuvieran en buenas condiciones en la época del nivel.

Este huevo contendría un ejemplar de Compsognathus en desarrollo, un pequeño dinosaurio carnívoro que, según los fósiles encontrados, alcanzaría en torno a un metro de longitud. En este caso se optó por una historia con un cariz más cómico que otras, afirmando que la sociedad londinense de la época, muy preocupada por las apariencias, encontró en estos pequeños dinosaurios una mascota elitista y que, pronto, todas las familias de alta alcurnia tuvieron en sus hogares, desplazando y abandonando a otras mascotas clásicas. Así, los gatos, considerados muchas veces por la cultura popular como malvados o calculadores, se levantarían contra sus antiguos amos, reclamando un lugar dominante en el escalafón social y sometiendo a los humanos como sirvientes. Para encontrar este objeto, habría que mirar entre otros huevos decorados de Fabergé y descubrirlo por su falta de ornamentación.